42. Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
43. Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
44. Haced que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
45. Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntarle acerca de ellas.
46. Y se suscitó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor.