1. Cuando Jesús terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm.
2. Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
3. Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo.
4. Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto;
5. porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga.