La Biblia De Las Americas

Lucas 20:6-21 La Biblia De Las Americas (LBLA)

6. Pero si decimos: "De los hombres", todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta.

7. Y respondieron que no sabían de dónde era.

8. Jesús entonces les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.

9. Y comenzó a referir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo.

10. Y al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para que le dieran parte del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías.

11. Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a éste, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías.

12. Volvió a enviar un tercero; y a éste también lo hirieron y echaron fuera.

13. Entonces el dueño de la viña dijo: "¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá a él lo respetarán."

14. Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: "Este es el heredero; matémoslo para que la heredad sea nuestra."

15. Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. Por tanto, ¿qué les hará el dueño de la viña?

16. Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros. Y cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Nunca suceda tal cosa!

17. Pero El, mirándolos fijamente, dijo: Entonces, ¿qué quiere decir esto que está escrito: "La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angularse ha convertido"?

18. Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y aquel sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo.

19. Los escribas y los principales sacerdotes procuraron echarle mano en aquella misma hora, pero temieron al pueblo; porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola.

20. Y acechándole, enviaron espías que fingieran ser justos, para sorprenderle en alguna declaración a fin de entregarle al poder y autoridad del gobernador.

21. Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.