24. y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: un par de tortolaso dos pichones.
25. Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
26. Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor.
27. Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por El el rito de la ley,
28. él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:
29. Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra;
30. porque han visto mis ojos tu salvación
31. la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32. luz derevelacion a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.
33. Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.
34. Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción
35. (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
36. Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio,
37. y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
38. Y llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
39. Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
40. Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.
41. Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua.
42. Y cuando cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta;