2. Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
4. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saludéis por el camino.