3. Coloca, pues, contigo una fianza para mí; ¿quién hay que sea mi fiador?
4. Porque has escondido su corazón del entendimiento, por tanto no los exaltarás.
5. Al que denuncie a sus amigos por una parte del botín , a sus hijos se les debilitarán los ojos.
6. Porque El me ha hecho proverbio del pueblo, y soy uno a quien los hombres escupen.
7. Mis ojos se oscurecen también por el sufrimiento, y mis miembros todos son como una sombra.
8. Los rectos se quedarán pasmados de esto, y el inocente se indignará contra el impío.
9. Sin embargo el justo se mantendrá en su camino, y el de manos limpias más y más se fortalecerá.
10. Pero volveos todos vosotros, y venid ahora, pues no hallo entre vosotros a ningún sabio.
11. Mis días han pasado, se deshicieron mis planes, los deseos de mi corazón.