4. Moab está quebrantada, sus pequeños dejan oír gritos de angustia.
5. Porque la cuesta de Luhit con llanto continuo la suben; porque a la bajada de Horonaim se oyen gritos angustiosos de destrucción.
6. Huid, salvad vuestras vidas, sed como un enebro en el desierto.
7. Por cuanto pusiste tu confianza en tus ganancias y en tus tesoros, también tú serás conquistada, y Quemos saldrá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes.
8. Vendrá el destructor de cada ciudad, y ninguna ciudad escapará; también el valle será devastado, y la meseta será destruida, como ha dicho el Señor.
9. Dad alas a Moab, para que se escape; sus ciudades serán una desolación, sin que nadie habite en ellas.
10. Maldito el que hace la obra del Señor con engaño; maldito el que retrae su espada de la sangre.
11. Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.
12. Por tanto, he aquí, vienen días--declara el Señor-- cuando le enviaré a trasvasadores que lo trasvasarán; vaciarán sus vasijas y harán pedazos sus cántaros.
13. Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.
14. ¿Cómo podéis decir: "Somos poderosos guerreros, y hombres valientes para la guerra"?
15. Es destruido Moab, el devastador ha subido a sus ciudades; la flor de sus jóvenes desciende a la matanza, --declara el Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.
16. La ruina de Moab pronto vendrá, y su calamidad se ha apresurado mucho.
17. Llorad por él, todos los que habitáis a su alrededor, y todos los que sabéis su nombre. Decid: "¡Cómo se ha roto el poderoso cetro, el báculo glorioso!"