La Biblia De Las Americas

Jeremías 23:9-20 La Biblia De Las Americas (LBLA)

9. En cuanto a los profetas: quebrantado está mi corazón dentro de mí, tiemblan todos mis huesos; estoy como un ebrio, como un hombre a quien domina el vino, por causa del Señor y por causa de sus santas palabras.

10. Porque la tierra está llena de adúlteros; porque a causa de la maldición se ha enlutado la tierra, se han secado los pastos del desierto. Pues es mala la carrera de ellos y su poderío no es recto.

11. Porque tanto el profeta como el sacerdote están corrompidos; aun en mi casa he hallado su maldad--declara el Señor.

12. Por tanto, su camino será para ellos como resbaladeros; a las tinieblas serán empujados y en ellas caerán; porque traeré sobre ellos calamidad el año de su castigo--declara el Señor.

13. Además, entre los profetas de Samaria he visto algo ofensivo: profetizaban en nombre de Baal y extraviaban a mi pueblo Israel.

14. También entre los profetas de Jerusalén he visto algo horrible: cometían adulterio y andaban en mentiras; fortalecían las manos de los malhechores, sin convertirse ninguno de su maldad. Se me han vuelto todos ellos como Sodoma, y sus habitantes como Gomorra.

15. Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos acerca de los profetas: "He aquí, les daré de comer ajenjo y les daré de beber agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén ha salido la corrupción por toda la tierra."

16. Así dice el Señor de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan. Ellos os conducen hacia lo vano; os cuentan la visión de su propia fantasía, no de la boca del Señor.

17. Dicen de continuo a los que me desprecian: "El Señor ha dicho: 'Tendréis paz'"; y a todo el que anda en la terquedad de su corazón dicen: "No vendrá calamidad sobre vosotros."

18. Pero ¿quién ha estado en el consejo del Señor, y vio y oyó su palabra? ¿Quién ha prestado atención a su palabra y la ha escuchado?

19. He aquí, la tempestad del Señor ha salido con furor, un torbellino impetuoso descargará sobre la cabeza de los impíos.

20. No se apartará la ira del Señor hasta que haya realizado y llevado a cabo los propósitos de su corazón. En los postreros días lo entenderéis claramente.