9. Por tanto, aún contenderé con vosotros--declara el Señor-- y con los hijos de vuestros hijos contenderé.
10. Pasad, pues, a las islas de Quitim y ved, enviad gente a Cedar y observad atentamente, y ved si ha habido cosa semejante:
11. ¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, aunque ésos no son dioses? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
12. Espantaos, oh cielos, por esto, y temblad, quedad en extremo desolados--declara el Señor.
13. Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.
14. ¿Es un esclavo Israel o un siervo nacido en casa? ¿Por qué se ha convertido en presa?
15. Contra él rugieron los leoncillos, rugieron fuertemente, y han hecho de su tierra una desolación; sus ciudades están quemadas, sin habitantes.
16. Incluso los hombres de Menfis y de Tafnes te han afeitado la coronilla.
17. ¿No te ha sucedido esto por haber dejado al Señor tu Dios, cuando El te guiaba por el camino?
18. Y ahora, ¿qué haces en el camino a Egipto para beber las aguas del Nilo? ¿O qué haces en el camino a Asiria para beber las aguas del Eufrates?
19. Te castigará tu propia maldad, y tus apostasías te condenarán. Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo el dejar al Señor tu Dios, y no tener temor de mí--declara el Señor, Dios de los ejércitos.
20. Porque desde hace tiempo rompí tu yugo y arranqué tus coyundas; pero dijiste: "No serviré." Porque sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso te echabas como ramera.