18. Sean avergonzados los que me persiguen, pero no sea yo avergonzado; sean atemorizados ellos, pero que no me atemorice yo. Trae sobre ellos el día de calamidad, y destrúyelos con doble destrucción.
19. Así me dijo el Señor: Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y asimismo en todas las puertas de Jerusalén,
20. y diles: "Escuchad la palabra del Señor, reyes de Judá, todo Judá y todos los habitantes de Jerusalén que entráis por estas puertas:
21. "Así dice el Señor: 'Guardaos, por vuestra vida, de llevar carga en día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén.
22. 'Tampoco saquéis carga de vuestras casas en día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.