La Biblia De Las Americas

Jeremías 13:4-19 La Biblia De Las Americas (LBLA)

4. Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña.

5. Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el Señor me había mandado.

6. Y sucedió que después de muchos días el Señor me dijo: Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá.

7. Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y he aquí, el cinturón estaba podrido; no servía para nada.

8. Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo:

9. Así dice el Señor: "De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.

10. "Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada.

11. "Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá"--declara el Señor-- "a fin de que fueran para mí por pueblo, por renombre, por alabanza y por gloria, pero no escucharon."

12. También les dirás esta palabra: "Así dice el Señor, Dios de Israel: 'Todo cántaro se llenará de vino.'" Y cuando ellos te digan: "¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro ha de llenarse de vino?",

13. entonces les dirás: "Así dice el Señor: 'He aquí, voy a llenar de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra: a los reyes sucesores de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén;

14. y los estrellaré unos contra otros, los padres con los hijos por igual'--declara el Señor. 'No tendré piedad, ni lástima, ni compasión, para dejar de destruirlos.'"

15. Escuchad y prestad atención, no seáis altaneros, porque el Señor ha hablado.

16. Dad gloria al Señor vuestro Dios antes que haga venir las tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen sobre los montes oscuros, y estéis esperando la luz, y El la transforme en profundas tinieblas, la torne en lobreguez.

17. Pero si no escucháis esto, mi alma sollozará en secreto por tal orgullo; mis ojos llorarán amargamente y se anegarán en lágrimas, porque ha sido hecho cautivo el rebaño del Señor.

18. Di al rey y a la reina madre: Humillaos, sentaos en el suelo , porque ha caído de vuestras cabezas vuestra hermosa corona.

19. Las ciudades del Neguev han sido cerradas, y no hay quien las abra: todo Judá ha sido llevado al destierro, llevado al cautiverio en su totalidad.