1. ¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras, si los montes se estremecieran ante tu presencia
2. (como el fuego enciende el matorral, como el fuego hace hervir el agua), para dar a conocer tu nombre a tus adversarios, para que ante tu presencia tiemblen las naciones!
3. Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, y descendiste, los montes se estremecieron ante tu presencia.