11. Convertiré todos mis montes en camino, y mis calzadas serán levantadas.
12. Mirad, éstos vendrán de lejos; y he aquí, otros del norte y del occidente, y otros de la tierra de Sinim.
13. Gritad de júbilo, cielos, y regocíjate, tierra. Prorrumpid, montes, en gritos de alegría, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus afligidos tendrá compasión.
14. Pero Sion dijo: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí.
15. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.
16. He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.
17. Tus edificadores se apresuran; tus destructores y tus devastadores se alejarán de ti.
18. Levanta en derredor tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. Vivo yo--declara el Señor-- que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te ceñirás con ellos como una novia.
19. En cuanto a tus lugares desiertos y desolados y tu tierra arruinada, ahora serás ciertamente demasiado estrecha para los moradores, y tus devoradores estarán muy lejos.