La Biblia De Las Americas

Isaías 49:10-23 La Biblia De Las Americas (LBLA)

10. No pasarán hambre ni sed, no los herirá el calor abrasador ni el sol, porque el que tiene compasión de ellos los guiará, y a manantiales de aguas los conducirá.

11. Convertiré todos mis montes en camino, y mis calzadas serán levantadas.

12. Mirad, éstos vendrán de lejos; y he aquí, otros del norte y del occidente, y otros de la tierra de Sinim.

13. Gritad de júbilo, cielos, y regocíjate, tierra. Prorrumpid, montes, en gritos de alegría, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus afligidos tendrá compasión.

14. Pero Sion dijo: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí.

15. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.

16. He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.

17. Tus edificadores se apresuran; tus destructores y tus devastadores se alejarán de ti.

18. Levanta en derredor tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. Vivo yo--declara el Señor-- que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te ceñirás con ellos como una novia.

19. En cuanto a tus lugares desiertos y desolados y tu tierra arruinada, ahora serás ciertamente demasiado estrecha para los moradores, y tus devoradores estarán muy lejos.

20. Todavía te dirán al oído los hijos de los que fuiste privada: "El lugar es muy estrecho para mí; hazme sitio para que yo more aquí ."

21. Y dirás en tu corazón: "¿Quién me ha engendrado éstos? Pues yo había sido privada de mis hijos, y era estéril, desterrada y errante. Y a éstos, ¿quién los ha criado? He aquí, yo había sido dejada sola; y éstos, ¿dónde estaban?"

22. Así dice el Señor Dios: He aquí, levantaré hacia las naciones mi mano, y hacia los pueblos alzaré mi estandarte; traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas en hombros serán llevadas.

23. Reyes serán tus tutores, y sus princesas, tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje y el polvo de tus pies lamerán. Y sabrás que yo soy el Señor, y que no se avergonzarán los que esperan en mí.