La Biblia De Las Americas

Génesis 42:8-27 La Biblia De Las Americas (LBLA)

8. José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido.

9. José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Sois espías; habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra.

10. Entonces ellos le dijeron: No, señor mío, sino que tus siervos han venido para comprar alimentos.

11. Todos nosotros somos hijos de un mismo padre; somos hombres honrados, tus siervos no son espías.

12. Pero él les dijo: No, sino que habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra.

13. Mas ellos dijeron: Tus siervos son doce hermanos, hijos del mismo padre en la tierra de Canaán; y he aquí, el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ya no existe.

14. Y José les dijo: Es tal como os dije: sois espías.

15. En esto seréis probados; por vida de Faraón que no saldréis de este lugar a menos que vuestro hermano menor venga aquí.

16. Enviad a uno de vosotros y que traiga a vuestro hermano, mientras vosotros quedáis presos, para que sean probadas vuestras palabras, a ver si hay verdad en vosotros. Y si no, ¡por vida de Faraón!, ciertamente sois espías.

17. Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días.

18. Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios:

19. si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión; y el resto de vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas;

20. y traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas, y no moriréis. Y así lo hicieron.

21. Entonces se dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.

22. Y Rubén les respondió, diciendo: ¿No os dije yo: "No pequéis contra el muchacho" y no me escuchasteis? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre.

23. Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos.

24. Y se apartó José de su lado y lloró. Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos.

25. José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos.

26. Ellos, pues, cargaron el grano sobre sus asnos, y partieron de allí.

27. Y cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que su dinero estaba en la boca de su costal.