19. como cuando uno huye de un león, y se encuentra con un oso, o va a casa, apoya la mano en la pared, y lo muerde una culebra.
20. ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz, oscuridad, y no resplandor?
21. Aborrezco, desprecio vuestras fiestas, tampoco me agradan vuestras asambleas solemnes.
22. Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano, no los aceptaré; ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados.
23. Aparta de mí el ruido de tus cánticos, pues no escucharé siquiera la música de tus arpas.