La Biblia De Las Americas

2 Reyes 3:1-15 La Biblia De Las Americas (LBLA)

1. Joram, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria en el año dieciocho de Josafat, rey de Judá; y reinó doce años.

2. E hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como su padre y su madre, pues quitó el pilar sagrado de Baal que su padre había hecho.

3. Sin embargo, se aferró a los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, con los que hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos.

4. Y Mesa, rey de Moab, era criador de ovejas, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y la lana de cien mil carneros.

5. Pero sucedió que cuando Acab murió, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel.

6. Y aquel mismo día el rey Joram salió de Samaria y alistó a todo Israel.

7. Entonces fue y envió palabra a Josafat, rey de Judá, diciendo: El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Irás conmigo a pelear contra Moab? Y él respondió: Subiré; yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos.

8. Y dijo: ¿Por qué camino subiremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom.

9. Fue el rey de Israel con el rey de Judá y el rey de Edom; y dando un rodeo anduvieron siete días de camino; y no había agua para el ejército ni para los animales que los seguían.

10. Entonces el rey de Israel dijo: ¡Ah! Porque el Señor ha llamado a estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab.

11. Pero Josafat dijo: ¿No hay aquí un profeta del Señor para que consultemos al Señor por medio de él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió, y dijo: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, el que vertía agua en las manos de Elías.

12. Y Josafat dijo: La palabra del Señor está con él. Y el rey de Israel y Josafat y el rey de Edom descendieron a él.

13. Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo que ver contigo? Ve a los profetas de tu padre y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le dijo: No, porque el Señor ha llamado a estos tres reyes para entregarlos en mano de Moab.

14. Y Eliseo dijo: Vive el Señor de los ejércitos, ante quien estoy, que si no fuera por respeto a la presencia de Josafat, rey de Judá, no te miraría ni te vería.

15. Mas traedme ahora un tañedor. Y sucedió que mientras el tañedor tocaba, la mano del Señor vino sobre Eliseo.