La Biblia De Las Americas

2 Crónicas 18:18-32 La Biblia De Las Americas (LBLA)

18. Respondió Micaías: Por tanto, escuchad la palabra del Señor. Yo vi al Señor sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su derecha y a su izquierda.

19. Y el Señor dijo: "¿Quién inducirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?" Y uno decía de una manera, y otro de otra.

20. Entonces se adelantó un espíritu y se puso delante del Señor, y dijo: "Yo lo induciré." Y el Señor le dijo: "¿Cómo?"

21. Y él respondió: "Saldré y seré un espíritu de mentira en boca de todos sus profetas." Entonces El dijo: "Lo inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."

22. Y ahora, he aquí, el Señor ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el Señor ha decretado el mal contra ti.

23. Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana, y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Cómo pasó el Espíritu del Señor de mí para hablarte a ti?

24. Respondió Micaías: He aquí, tú lo verás aquél día en que entres en un aposento interior para esconderte.

25. Y el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías y devolvedlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey;

26. y decid: "Así dice el rey: 'Echad a éste en la cárcel, y alimentadlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz.'"

27. Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, el Señor no ha hablado por mí. Y añadió: Oíd, pueblos todos.

28. Y subió el rey de Israel con Josafat, rey de Judá, contra Ramot de Galaad.

29. Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas reales. Y el rey de Israel se disfrazó y entraron en la batalla.

30. Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.

31. Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel; y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el Señor vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,

32. pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.