18. Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el Señor me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerte.
19. Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo dejará ir sano y salvo? Que el Señor, por tanto, te recompense con bien por lo que has hecho por mí hoy.
20. He aquí, ahora sé que ciertamente serás rey, y que el reino de Israel será establecido en tu mano.
21. Ahora pues, júrame por el Señor que no cortarás mi descendencia después de mí, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre.
22. Y David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, pero David y sus hombres subieron al refugio.