25. y las estrellas caerán del cielo, y los poderes que están en los cielos serán sacudidos;
26. y entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
27. Y entonces enviará sus ángeles y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
28. De la higuera aprended la parábola: Cuando su rama ya está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
29. Así también vosotros, cuando veáis suceder estas cosas, sabed que está cerca, a las puertas.
30. De cierto os digo que no pasará esta generación sin que todas estas cosas sucedan.
31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
33. Mirad, velad y orad, porque no sabéis cuándo será el tiempo.
34. Es como el hombre que, yéndose lejos, dejó su casa y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su tarea, y al portero mandó que velase.
35. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo o a la mañana;
36. para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo.
37. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.