6. Y el sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión, y quemará la grasa en olor grato a Jehová.
7. Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales se han prostituido; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus generaciones.
8. Les dirás también: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofrezca holocausto o sacrificio,
9. y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para hacerlo a Jehová, tal hombre será igualmente talado de entre su pueblo.
10. Y cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que coma sangre alguna, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre y la talaré de entre su pueblo.
11. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; por lo cual, la misma sangre hará expiación por el alma.
12. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre.
13. Y cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cace un animal o un ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra,
14. porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será talado.