23. envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los señores de Siquem; y los señores de Siquem traicionaron a Abimelec,
24. para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec, que los mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.
25. Y los señores de Siquem pusieron en las cumbres de los montes hombres al acecho, los cuales robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; y le fue dado aviso a Abimelec.
26. Y Gaal hijo de Ebed fue con sus hermanos, y pasaron a Siquem; y los señores de Siquem confiaron en él.
27. Y salieron al campo, y vendimiaron sus viñas y pisaron la uva, e hicieron fiesta; y entrando en la casa de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec.
28. Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul su ayudante? Servid a los hombres de Hamor, padre de Siquem; pero, ¿por qué hemos de servirle a él?
29. ¡Quién pusiera este pueblo en mis manos! Yo echaría a Abimelec. Y le diría a Abimelec: Aumenta tu ejército, y sal.
30. Y cuando Zebul, gobernador de la ciudad, oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió su ira
31. y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la ciudad contra ti.
32. Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo.