26. Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.
27. Mis entrañas hierven y no reposan; días de aflicción me han sobrevenido.
28. En duelo ando, y no por el sol; me he levantado en la congregación y he clamado.
29. He venido a ser hermano de los chacales y compañero de los avestruces.
30. Mi piel está ennegrecida sobre mí, y mis huesos arden de calor.
31. Y se ha convertido mi arpa en duelo, y mi flauta en voz de lamentadores.