15. teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, tanto de justos como de injustos, la cual también ellos tienen.
16. Y por esto, procuro yo tener siempre una conciencia sin remordimiento ante Dios y ante los hombres.
17. Pero pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas,
18. en ello estaba cuando me hallaron unos judíos de Asia purificado en el templo (no con multitud ni con alboroto);
19. ellos debieran comparecer ante ti y acusarme si contra mí tienen algo.
20. O digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha cuando comparecí ante el concilio,
21. a no ser que, estando entre ellos, prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros.
22. Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les puso dilación, diciendo: Cuando descienda el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto.
23. Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero con alguna medida de libertad; y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
24. Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila, su esposa, que era judía, llamó a Pablo y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.
25. Y al disertar él de la rectitud, y del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó y respondió: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad, te llamaré.
26. Esperaba también con esto que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual, haciéndole venir muchas veces, hablaba con él.
27. Y al cabo de dos años, recibió Félix como sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.