37. Y del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres, ni hará caso a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá a sí mismo.
38. Más bien honrará en su lugar al dios de las fortalezas, y a un dios que sus padres no conocieron honrará con oro, y con plata, y con piedras preciosas y con cosas de gran precio.
39. Y con el dios ajeno que él reconozca hará su voluntad en las fortalezas más fuertes e incrementará su gloria; y les dará dominio sobre muchos y por un precio repartirá la tierra.