7. En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
8. Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, palabras soeces de vuestra boca.
9. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
10. y habiéndoos revestido del nuevo hombre, que es renovado hasta el conocimiento pleno, conforme a la imagen del que lo creó;
11. donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
12. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
13. soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, que es el vínculo de la perfección.
15. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
16. La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gratitud en vuestros corazones al Señor.
17. Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
18. Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.