29. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que a él le agrada.
30. Cuando Jesús dijo todo esto, muchos creyeron en él.
31. Entonces Jesús les dijo a los judíos que creyeron en él:—Si ustedes se mantienen obedientes a mis enseñanzas, serán de verdad mis discípulos.
32. Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
33. Ellos le contestaron:—Nosotros somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Qué quieres decir con eso de que seremos libres?
34. Jesús respondió:—Es bien cierto que el que peca es esclavo del pecado.
35. El esclavo no se queda para siempre en la familia; el hijo, en cambio, sí se queda para siempre en la familia.
36. Así que si el Hijo los libera, serán libres de verdad.