13. ¿Sufre alguno de ustedes? Que ore. ¿Está gozoso? Que alabe al Señor.
14. ¿Ha caído enfermo? Que mande llamar a los presbíteros de la Iglesia para que lo unjan con aceite en el nombre del Señor y hagan oración por él.
15. La oración hecha con fe sanará al enfermo; el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido.
16. Reconózcanse, pues, mutuamente sus pecados y oren unos por otros. Así sanarán, ya que es muy poderosa la oración perseverante del justo.
17. Ahí tienen a Elías, un ser humano como nosotros: oró fervientemente para que no lloviese, y durante tres años y seis meses no cayó una gota de agua sobre la tierra.
18. Luego volvió a orar, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.
19. Hermanos míos, si uno de ustedes se aleja de la verdad y otro lo vuelve al buen camino,
20. sepan* que aquel que convierte de su extravío a un pecador, lo salvará* de la muerte y alcanzará el perdón para un sinfín de pecados.