2. —Hijo de hombre, habla a tus compatriotas y diles: Supongamos que ordeno a la espada que ataque un país, y la gente de ese país elige a uno de los suyos y lo nombra centinela;
3. y supongamos que este, al ver que la espada se acerca al país, hace sonar el cuerno para alertar a la gente.
4. Si luego resulta que alguien oye el sonido del cuerno, pero no hace caso y la espada acaba con él, solo él será responsable de su muerte.