6. Entonces mandó decir a los quenitas:—Salgan y apártense de los amalecitas, para que no los confunda con ellos, pues ustedes trataron bien a todos los israelitas cuando subían de Egipto.Y los quenitas se apartaron de Amalec.
7. Saúl derrotó a Amalec desde Javilá hasta la entrada de Sur, en la frontera de Egipto.
8. Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y exterminó a todo el pueblo a filo de espada.
9. Pero Saúl y el ejército perdonaron la vida a Agag y a las mejores ovejas y vacas, a las terneras y a los corderos, es decir, a todo lo valioso, y no quisieron consagrarlo al exterminio. En cambio sí aniquilaron todas las cosas inútiles y sin valor.
10. El Señor dirigió a Samuel este mensaje:
11. —Me arrepiento de haber elegido rey a Saúl, pues me ha vuelto la espalda y no ha cumplido mis órdenes.Samuel se entristeció y estuvo suplicando al Señor toda la noche.
12. Por la mañana madrugó para ir al encuentro de Saúl, pero le informaron que Saúl había ido a Carmel* para levantar un monumento, y que luego, dando un rodeo, había bajado a Guilgal.
13. Entonces Samuel llegó adonde estaba Saúl y este le dijo:—El Señor te bendiga. He cumplido el encargo del Señor.
14. Pero Samuel le preguntó:—¿Y qué significan esos balidos que escucho y esos mugidos que estoy oyendo?
15. Saúl le respondió:—Los han traído de Amalec. La gente ha perdonado la vida a las mejores ovejas y vacas, para ofrecerlas en sacrificio al Señor tu Dios. El resto lo hemos consagrado al exterminio.
16. Samuel repuso:—Calla, que te voy a comunicar lo que el Señor me ha dicho esta noche.Saúl respondió:—Habla.
17. Samuel dijo:—Aunque te consideras insignificante, eres el jefe de las tribus de Israel, pues el Señor te ha ungido como rey de Israel.
18. El Señor te ha enviado a esta campaña con la orden de consagrar al exterminio a esos amalecitas pecadores y de atacarlos hasta acabar con ellos.
19. ¿Por qué te has apoderado del botín desobedeciendo la orden del Señor y haciendo lo que el Señor desaprueba?
20. Saúl le contestó:—Sí que he obedecido la orden del Señor. He realizado la campaña que me encomendó, he traído a Agag, rey de Amalec, y he consagrado al exterminio a los amalecitas.
21. Y si la gente tomó como botín las ovejas y vacas, destinadas al exterminio, fue para ofrecérselas en sacrificio al Señor tu Dios en Guilgal.
22. Samuel respondió:—¿Acaso el Señor valora más los holocaustos y sacrificios que la obediencia a su palabra? Mira, la obediencia vale más que el sacrificio y la docilidad más que la grasa de carneros.
23. En cambio, la rebeldía es como el pecado de espiritismo, y la arrogancia, como el delito de idolatría. Puesto que has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza como rey.