7. Entonces la tierra tembló y se tambaleó; las bases de las montañas se estremecieron. La tierra tembló y retumbó porque Dios estaba furioso.
8. Salía humo de su nariz y llamas de su boca; lanzaba carbones encendidos.
9. Dios abrió el cielo y bajó sobre una nube negra.
10. Bajó cabalgando sobre los querubines del cielo; se deslizaba con el viento.
11. Estaba oculto en nubes densas y oscuras que lo cubrían totalmente.
12. Entonces la gloria resplandeciente de Dios brilló en las nubes, arrojando granizo y emitiendo fuertes rayos.
13. La voz del SEÑOR retumbó en el cielo, el Altísimo se hizo oír y hubo rayos y granizo.
14. Dios lanzó sus flechas y dispersó al enemigo. Lanzó muchos rayos y todos salieron espantados.
15. Enviaste, SEÑOR, tu reprensión con un soplo de tu nariz, un viento fuerte que dejó el fondo del mar a la vista. Las bases de la tierra quedaron al descubierto.
16. Luego extendió la mano y me rescató. Me sacó de las aguas turbulentas.
17. Él me salvó de mis poderosos enemigos y de los que me odiaban, pues eran más fuertes que yo.
18. Cuando yo estaba en dificultades y mis enemigos me atacaban, el SEÑOR me dio su apoyo y protección.
19. El SEÑOR me rescató porque me ama; él me llevó a un lugar seguro.