1. ¡Sálvame, SEÑOR! Ya no hay persona fiel, los fieles desaparecieron del mundo.
2. Sólo se dicen mentiras unos a otros. Ocultan sus verdaderas intenciones cuando hablan bien de su vecino.
3. Que el SEÑOR calle esas bocas mentirosas y selle esos labios que exageran.
4. Esos que dicen: «Nuestra boca hará que triunfemos, confiamos en nuestros labios. ¿Quién será capaz de someternos?»
5. Pero el SEÑOR dice: «Yo vendré a defender a los pobres que sufren por causa de los perversos que los han oprimido y maltratado. Yo les daré la seguridad que han estado buscando».
6. Las palabras del SEÑOR son tan puras y verdaderas como oro o plata terrenales que han sido fundidas y purificadas siete veces en el horno.
7. SEÑOR, cuida a la gente indefensa, protégela siempre de esta perversa generación.
8. Los perversos están por todos lados, y los seres humanos alaban la maldad.