2. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares;
3. aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo. (Selah)
4. Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo.
5. Dios está en medio de ella, no será sacudida; Dios la ayudará al romper el alba.